¿Qué es Design Thinking?
No paramos de escuchar que la gente habla del Design Thinking, y hoy vamos a conocer qué es, cómo se hace y qué beneficios tiene. El Design Thinking es una metodología de innovación empresarial enfocada a fomentar los procesos de innovación para satisfacer mejor las necesidades de los consumidores.
La metodología se centra en los usuarios de distintos productos, sistemas y servicios, ofreciendo herramientas para detectar problemas y necesidades y, a través de ellos, soluciones. Existen algunas variaciones, pero generalmente podemos definir 5 pasos esenciales: Primero observamos al público objetivo para empatizar con su situación. Después, definimos el problema para así empezar a desarrollar soluciones. El cuarto paso es prototipar los modelos más interesantes y, por último, probarlos y evaluarlos.
Design Thinking en acción
Existen numerosos ejemplos de la aplicación exitosa del pensamiento de diseño en distintas industrias, y es a través de ellas que mejor podemos explorar qué es lo que se puede lograr con esta metodología.
Conozcamos el ejemplo de Whittington Hospital, cuyo objetivo para aplicar la metodología era aumentar la satisfacción de sus pacientes a través de reducción de los tiempos de espera. Al analizar sus procesos, detectaron dos formas concretas de hacerlo: mejorando la comunicación entre los médicos y los pacientes y, rediseñando los flujos de los servicios y pacientes en el hospital, de una forma que alivie los cuellos de botella en distintos puntos de atención críticos.
La investigación e innovación llevada a cabo se tradujo en mayor eficacia de los procesos y, a través de ella, una experiencia más agradable, lógica y cómoda para los pacientes. De hecho, la medicina es una de las industrias donde más se ha abrazado el Design Thinking, para empatizar mejor con el paciente y organizar los servicios, y los resultados han sido impresionantes.
Podemos concluir que el beneficio más importante del pensamiento de diseño, sin duda alguna es que, además de ser un método con el que cualquier empresa, independientemente de su industria, tamaño etc. puede desarrollar soluciones inteligentes a sus problemas, también es un método de aprendizaje, con el que las empresas pueden obtener habilidades y herramientas para un mejor manejo de sus procesos y, por lo tanto, un desarrollo estratégico de la organización.