Diseño estratégico: una herramienta competitiva
“Si los líderes no tienen respuestas detalladas para preguntas sobre el futuro, o sus respuestas son relativamente similares a las de hoy en día, sus empresas no pueden esperar ser futuros líderes de su industria”. Gary Hamel & C.K. Prahald
¿Buen diseño estratégico = negocio exitoso? No necesariamente, pero sin duda no hay éxito empresarial de larga duración sin diseño preciso y continuo. El diseño estratégico es la clave del éxito de cualquier organización.
¿Por qué? Porque el mundo cambia rápido, y así cambia también el ambiente operativo de todas las empresas. Por ello, lo que funciona el día de hoy, probablemente no funcionará mañana, y seguramente no funcionará pasado mañana.
Estos cambios pueden ser divididos en cambios externos e internos. Los cambios externos se tratan de cambios a nivel mundial y de la sociedad, que están fuera del control de la misma empresa. Estos cambios incluyen temas como la globalización, el mercado y economía internacional, cambios de la sociedad, de la ley y de los hábitos de consumo. Todos estos factores constituyen la infraestructura dentro de la cual las empresas actúan.
Los cambios internos, a los que la misma empresa puede afectar, incluyen la tecnología, comunicación, procesos, modelos de negocio, productos, innovación y cultura empresarial.
Dicho esto, podemos concluir que el diseño estratégico es el diseño de todos estos aspectos internos de la empresa, utilizando predicciones y estimaciones de los cambios en los factores externos. Todo buen diseño estratégico se basa en una visión del futuro, y del papel de la misma empresa en ello. Es una herramienta competitiva que involucra todos los aspectos de estrategia y consumo.
Gracias a su enfoque en el futuro, también podemos verlo como un catalizador de la innovación y modelos de negocio modernos y ágiles (liga al primer post).
De la teoría a la práctica: Tu taza diaria de café
Veamos un ejemplo de la vida real, la cadena de cafeterías más famosa del mundo: Starbucks Coffee. Podemos ser fans de la marca o no, pero algo es seguro: están haciendo diseño estratégico excepcional.
Pensemos primero en el proceso de producción de su producto final: de granos de café, a un paquete que café listo para vender, a una taza de café, a una experiencia completa de variedad de orígenes, sabores y estilos de vida.
Comprar en Starbucks no solo es comprar un café, es obtener una experiencia. Una parte de su estrategia es crear en sus locales el ambiente de un salón, “un tercer espacio” entre la casa y la oficina. Entrando a Starbucks, no importa si estás en la Ciudad de México, Tokio o Copenhague, encontrarás un ambiente igual de cómodo y de bienvenida.
Este ambiente se genera gracias al diseño del espacio físico y de los productos, y sobre todo de su cultura empresarial, la que el personal vive todos los días. La empresa entiende el valor de invertir en el bienestar de sus empleados, el que es el componente más importante de su concepto.
Aunque una taza de café es de los productos que menos vigencia tienen (la gente siempre va a tomar café), es esta experiencia a fondo la que garantiza la relevancia de la marca en el futuro.
Essi Toroskainen
@EssiToroskainen